JADE

Existen dos tipos de jade: la jadeíta y la nefrita. La nefrita es más común y económica. Son dos minerales metamórficos con diferentes silicatos, de gran dureza, 7 en la escala de Mohs, que se presentan en la naturaleza de maneras muy variadas (cantos rodados, agregados granulares o columnares, nódulos y en ocasiones excepcionales, en forma de bellos cristales). Durante mucho tiempo el origen de la jadeíta fue un enigma para los científicos. Se la encontraba con bastante facilidad en los lechos de los fluviales, juntos a otros cantos rodados, pero nada dejaba entrever las condiciones como se había formado. En la actualidad, ya se sabe que solo es posible su formación en aquellos lugares donde los distintos materiales son sometidos a condiciones de presión y temperaturas muy altas, zonas que coinciden con los bordes de colisión de dos placas continentales.

Tanto la jadeíta como la nefrita reciben el nombre de jade. Su gran semejanza hizo que hasta el año 1883 distintos mineralogistas en Francia descubrieran que en realidad se trataba de dos minerales diferentes. Dos silicatos de calcio; mineral anfíbol rico en magnesio y hierro, en el caso de la nefrita, entendida como una variedad de la actinolita mineral, aún más resistente, debido a su composición de cristales fibrosos entrecruzados en una masa compacta dura. Por el contrario, la jadeíta es un piroxeno compuesto de aluminio y sodio, muy dura y resistente, debido a su crecimiento firme con granos muy finos entrelazados.

Siempre se ha creído o más bien se ha relacionado a la jadeíta con el color verde, pues no tiene muchas más tonalidades. Su color oscila entre el verde púrpura , el amarillo, rosa y el blanco, negro, marrón, rojo, anaranjado. La nefrita es de color verde medio a oscuro o verde gris, blanco, rojizo o amarillento, dependiendo de las partes que les proporcionan los distintos elementos como son el hierro (marrón y verde), manganeso cromo…. A estas variedades cromáticas se le tienen asignados nombres como el jade manzana, jadeíta que nos muestra un bello color verde amarillo, el musgo en la nieve, jade que se caracteriza por su color blanco moteado con manchas de color negro; existe también el jade imperial o jade precioso coloreado por cromo, de intenso color verde translúcido y el lavanda muy poco común, donde posiblemente el manganeso le da la coloración violeta.

Yacimientos: Jadeíta: Myanmar (antigua Birmania), Canadá, Guatemala, EE.UU, Japón, China, Brasil, Rusia, Nueva Zelanda, Kazajstán y Guatemala. En el valle del río Motagua, se encuentra uno de los yacimientos más ricos del mundo y es la fuente de los colores más novedosos, como el jade arco iris, el jade negro y el «oro galáctico», que es un jade negro con incrustaciones naturales de oro, plata y platino. Esta región ha sido confirmada como la fuente de todo el jade usado por los mesoamericanos durante 3000 años.

Nefrita: Australia, China, Lago Baikal (Rusia), Alaska, Brasil, Canadá, Taiwán y Wyoming (EE.UU).

Utilización: La resistencia de jade es notable, tiene más fuerza que el acero. Desde hace más de 5000 años ha sido usado por muchas civilizaciones anteriores para hachas, cuchillos, armas y herramientas. Fue sólo después que el jade llegó a ser una piedra simbólica utilizada en adornos y otros objetos religiosos. El jade siempre ha tenido y tienen fama por sus amuletos que atraen la suerte como elemento de protección.

Es la materia prima de elaboración de bellos objetos ornamentales, adornos, joyas y utensilios. Las tallas que realizaron los maestros chinos alcanzan en las subastas unos precios elevadísimos. En la actualidad, los principales centros de tallados de la jadeíta se encuentran en Hong Kong y Taiwán. El jade es considerado como un material de gran prestigio, no sólo por la rareza de los ejemplares de buena calidad, sino también a causa de la dificultad que implica su trabajo. Al ser un mineral muy duro, compacto y tenaz, no son pocos los problemas que debe afrontar el tallador.

El hombre en el laboratorio y con elementos químicos ha creado artificialmente piedras preciosas sintéticas como esmeraldas, topacios, zafiros, rubíes, aguamarinas y hasta diamantes que se pueden adquirir en el mercado. En cambio, el jade hasta la fecha se ha resistido a la ciencia y ha sido imposible lograr en laboratorio piedras sintéticas que imiten al jade.

No obstante, desde el principio se ha puesto en el mercado otros minerales con el nombre de jade. Se logró una variedad de serpentina (bowenita) llamada (new jade, jade de china) de color verde claro traslúcida más blanda, fácil de trabajar y menos resistente, de aspecto parecido al jade. Es el sustituto preferido y demandado en los últimos años. ¡Ojo! Pueden encontrarse en el mercado muchas imitaciones de jadeíta de baja calidad confeccionada con vidrio y materiales sintéticos.

Curiosidades y etimología: La belleza y la resistencia de la jadeíta han sido extraordinariamente valoradas por numerosas culturas a lo largo de la historia de la humanidad, y muy especialmente por las civilizaciones precolombinas que habitaban en América Central y del Sur. Los artesanos toltecas y mayas fueron grandes talladores de esta piedra semipreciosa, a la que otorgaban más valor que el oro, y con la que realizaron bellísimas estatuillas rituales, cuchillos para los sacrificios humanos, y máscaras funerarias. La maestría en la talla de la jadeíta, sin embargo, se perdió por completo con la conquista española del Nuevo Continente. De aquella etapa ha perdurado el nombre de jade que proviene de piedra de la ijada, dado por los españoles a las nefritas que llevaban en los costados los pobladores de Centroamérica. Durante mucho tiempo se creyó que esta bella piedra curaba las afecciones de riñón y mitigaba los dolores producidos por la presencia de cálculos renales. Así es como, en el siglo XIX, en Europa se utilizaba una Nefrita atada en la zona de las caderas para favorecer la expulsión de las piedras del riñón

El Jade es una de las gemas a la que más cualidades místicas se le han atribuido a lo largo de la historia.

En Asia occidental, se usaba el Jade como amuleto desde el 4000 a.C.; extendiéndose su uso hasta el presente en los pueblos árabes, armenios y turcos.

En el Antiguo Egipto era considerada una gema muy valiosa por sus propiedades curativas.

Los pueblos prehispánicos, creían que el Jade era un símbolo de vida y concentraba en sí las fuerzas de lo divino.

Según la antigua tradición china, reúne las cinco virtudes cardinales: el valor, la modestia, el amor al prójimo, la justicia y la sabiduría. Confucio, decía que los hombres debían aspirar a las cualidades de ésta piedra.

En la Antigüedad, así como la gente en la Edad Media creían que el Cosmos se reflejaba en las piedras preciosas. Jade se ha asignado a los planetas Júpiter y Plutón. Jade se ve mejor a la luz del día.

El jade es conocido en la mitología como la luz de la luna. En la China antigua las mujeres utilizaban el rodillo de jade para tonificar sus caras, en la actualidad, aún se sigue utilizando. Los huevos de jade se utilizaban para conservar el poder femenino activo. Los huevos de jade se utilizaban por los cortesanos para acceder a los placeres del arte del amor. Los raspadores del cuerpo de jade desintoxican y limpian el cuerpo. Se dice que si susurra a una pieza de jade, te contestará…..

 

JADE

                                              JADE ( REPÚBLICA POPULAR DE CHINA)

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